10 días - 10 países. 18 Etapa: Srebrenica
10 días 10 países.
Un viaje por Europa del Este
Etapa 18: Masacre de Srebrenica
La masacre de Srebrenica se considera el crimen de guerra más grave en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Más de 8.000 bosnios, principalmente hombres y niños, fueron asesinados por el ejército de la República Srpska bajo el mando de Ratko Mladić. Los soldados neerlandeses de los cascos azules, directamente implicados en los hechos, no impidieron los asesinatos.
Hoy visitamos el Centro Conmemorativo de Srebrenica en Bosnia-Herzegovina. Allí nos recibe la trabajadora conmemorativa Almasa Salihović. Nos habla de los crímenes del ejército de la Republika Srspka en Srebrenica y sus alrededores: Cuando las tropas serbobosnias marcharon hacia la zona de protección de las unidades de la UNOPROFOR entre el 6 y el 11 de julio de 1995 y ocuparon Srebrenica, unos 25.000 bosnios huyeron a Potočari y buscaron refugio con los soldados del Casco Azul. Sin embargo, los hombres jóvenes en particular temían ser asesinados aquí también. Ellos, junto con los mayores y algunas mujeres y niños, planearon su huida a través de los bosques hacia Tuzla, en el territorio controlado por los bosnios. El tren con unos 10.000 a 15.000 fugitivos partió en la noche del 11 al 12 de julio. Sólo un tercio llegó a territorio seguro. Los demás fueron directamente fusilados o capturados en emboscadas -en las que las unidades serbobosnias se hacían pasar en parte por soldados de la ONU- y posteriormente asesinados.
En Potočari, los refugiados bosnios fueron evacuados en autobuses, y las tropas serbobosnias seleccionaron a los hombres -entre ellos muchos niños- y también los asesinaron. A continuación, los crímenes se encubrieron sistemáticamente enterrando los cuerpos, a veces en pedazos, en fosas comunes en diversos lugares. A día de hoy, los restos encontrados se identifican con muestras de ADN y se entierran en el cementerio adyacente. Los familiares a menudo sólo pueden enterrar partes individuales de los cuerpos de sus familiares. Si se encuentran nuevas piezas, las tumbas se reabren a petición del interesado. Muchas personas siguen desaparecidas hoy en día. Muchos parientes siguen buscando a sus familiares.
Almasa nos cuenta que en la República de Srpska y en Serbia se sigue negando en gran medida el genocidio, y el dolor que esta ignorancia supone para los familiares y el personal del monumento, que se encuentra en un territorio habitado por una mayoría de serbios. Especialmente las informaciones falsas difundidas en los medios de comunicación social le causan actualmente una gran preocupación. No en vano, la zona está constantemente vigilada por agentes de policía. Para romper las barreras y al mismo tiempo documentar la historia, Almasa y sus colegas están recopilando entrevistas de testigos en un archivo de historia oral y dándoles la oportunidad de contar las historias de vida de los familiares asesinados. El memorial busca socios y apoyo financiero para continuar su labor (https://srebrenicamemorial.org/en). Un futuro centro en Jena puede proporcionar apoyo científico y beneficiarse de las fuentes recogidas. Los habitantes de Srebrenica están abiertos a la cooperación.
Bajo la impresión de las historias de Alma, exploramos a continuación la zona con sus notables exposiciones, que se encuentran en las salas de una antigua fábrica de baterías, entre otros lugares. En el cementerio nos encontramos con una pareja de alemanes y mantenemos una breve conversación. Ella es de aquí, huyó durante la masacre y ahora -27 años después- busca el nombre de su hermano asesinado en el muro conmemorativo.
Texto: Tobias Schwessinger
Fotos: Christian Faludi
Antecedentes del viaje:
https://rathaus.jena.de/de/von-jena-aus-10-laender-10-tagen
