10 días - 10 países. Etapa 12: Vama Veche, Rumanía

10 días - 10 países. Etapa 12:Vama Veche/Turismo

Poco antes de la frontera búlgara nos detenemos en Vama Veche. Durante mucho tiempo, esta pequeña ciudad de la costa del Mar Negro fue un enclave para artistas y desertores. En los últimos años ha sufrido grandes cambios.

Ya bajo el comunismo y el régimen de Ceaușescu, los disidentes buscaban la protección de la Securitate, el servicio secreto rumano, en la ciudad fronteriza con Bulgaria. Vama Veche conservó su reputación de enclave incluso después de la caída del régimen en 1989/90. Fueron sobre todo los desertores los que vinieron aquí y dieron a la estación balnearia alternativa su ambiente especial. Hasta el final, el pueblo se resistió con éxito al turismo de masas. Una iniciativa ciudadana impidió la construcción de grandes complejos hoteleros. Hace tres años, por ejemplo, numerosos roqueros apoyaron la protesta y bloquearon con sus máquinas la única carretera de paso hacia la frontera con Bulgaria.

Hoy, sin embargo, Vama Veche parece perdida. La avalancha de turistas no cesa y la transformación que conlleva, obviamente, tampoco. Atraídos por el encanto de la región y los mitos sobre su ambiente alternativo, las masas se hacen llevar las bebidas a sus tumbonas en secciones privadas de la playa. La música tecno a todo volumen resuena en los altavoces mientras los promotores reparten productos de estilo de vida. Todo parece un festival comercial en la playa.

El temor a que este lugar -que ya ha cambiado enormemente- apenas sea reconocible dentro de unos años es compartido por una joven pareja con la que nos encontramos en el almuerzo. Ambos viven en Alemania. En su juventud estuvo aquí a menudo con su familia de Moldavia y nos habla del ambiente especial que se ha ido perdiendo cada vez más en los últimos años. Las personas que realmente dieron forma a este ámbito cultural se ven cada vez más desplazadas a sus márgenes. El último bastión es el restaurante situado en una pequeña colina del norte, donde se sirve pescado fresco directamente del horno en la playa y un muñeco vestido de pirata en el mirador apunta simbólicamente con un rifle al turismo de masas.

Texto: Tobias Schwessinger

Fotos: Christian Faludi