La mayor reforma de la ley de tutela se centra en una mayor autonomía
La nueva ley de tutela y acogimiento está en vigordesde el 1 de enero de 2023: apunta con más fuerza a la autonomía y la autodeterminación y es la mayor reforma de la ley de acogimiento desde su introducción y la abolición de la incapacitación de las personas mayores de edad.
Importante reforma de la asistencia sanitaria desde el 1 de enero de 2023
En los últimos 30 años se han producido varias modificaciones de la ley de tutela: en 2005 con la VBVG (Ley de Tutela y Retribución de Tutelas), en 2009 con la Ley de Testamento Vital, en 2014 con la Ley de Fortalecimiento de las Autoridades Tutelares y actualmente con la gran reforma de la tutela: refuerza así la autodeterminación de los adultos que, por enfermedad o discapacidad , no puedengestionar sus asuntos y su vida cotidiana sin ayuda. Por ejemplo, debe regularse claramente si la asistencia externa es realmente necesaria o si, en su lugar, debe otorgarse un poder a una persona de confianza. Además, la persona afectada tiene derecho a la codeterminación en la selección del cuidador y en el espacio vital: un cuidador no puede, por ejemplo, acabar arbitrariamente con el piso de la persona a la que va a cuidar.
Al mismo tiempo, la reformarepresenta también una garantía de calidad de la asistencia profesional, en la medida en que la autoridad asistencial asumirá nuevas tareas en el marco de la Ley de organización de la asistencia: Por primera vez, habrá un registro uniforme nacional de tutores profesionales, del que se encargará la autoridad tutelar. "El respeto y la igualdad también hacia las personas mayores y frágiles con y sin discapacidad es el objetivo de la gran reforma, y en ello trabajamos juntos", explica la psicóloga social Astrid Lindner, responsable de laautoridad asistencial de la ciudad deJena y participante desde el principio .
Retrospectiva y actualidad
En 2022, la autoridad asistencial de la ciudad de Jena celebró su 30 aniversario. Desde la entrada en vigor de la ley de tutela en 1992 -y, por tanto, el nacimiento de las autoridades tutelares municipales de ámbito nacional- muchas cosas cambiaron desde la base: Los tutores ya no existían; en su lugar, la preservación del derecho a la autodeterminación de los tutelados pasó a ser más importante.
Astrid Lindner y su equipo de cuatro trabajadores sociales asesoran a personas discapacitadas en situaciones difíciles de la vida y en la toma de decisiones, con el objetivo de: "Quitarles el miedo y facilitarles atención en el camino". La atención se centra en la voluntad de la persona afectada y el apoyo en la toma de decisiones independientes en lugar de representativas, siempre bajo la premisa: sin peligro para sí mismo, sin endeudamiento y sin riesgos para la salud".
Unos 1.700 casos de atención en Jena: entre ellos, cada vez más menores de 30 años.
El número de casos de asistencia en Jena se ha mantenido estable durante 10 años: actualmente es de unos 1.700; los primeros 20 años hubo un aumento dinámico. Esto también se debió al hecho de que los tribunales ordenaron demasiadas tutelas con demasiada rapidez, explica Lindner. Mientras tanto, también existen diversas ofertas de bajo umbral para que los afectados -las llamadas ayudas para evitar cuidados- puedan hacer frente a la vida cotidiana. En cambio, en los últimos diez años, los casos se han vuelto más complejos y con más capas.
Su clientela está formada especialmente por enfermos mentales, así como por personas con discapacidad mental, emocional y/o física que no pueden o sólo pueden gestionar parcialmente sus asuntos por sí mismas a partir de los 18 años, y no, como se suele suponer, sólo por personas mayores. "De hecho, se observa incluso un aumento en personas de hasta 30 años. Cada vez son más los jóvenes que recurren a nuestros servicios asistenciales; una tendencia similar sólo se vuelve a observar entre los mayores de 60 años", afirma Lindner.
Cualquiera puede encontrarse en una situación en la vida en la que necesite el apoyo y el consejo de otra persona. Un accidente, la aparición de una enfermedad grave o el declive de las facultades mentales podrían ser causas de este tipo. Sin embargo, la vida cotidiana sigue su curso con todas sus decisiones y consecuencias. Entonces es bueno haber hecho provisiones. "Cuando la vida habitual cambia de un día para otro y se acaba el tiempo de preparación, a menudo ni siquiera se es consciente de las posibilidades y necesidades. Ese es el momento en que nosotros, como autoridad, podemos prestar apoyo", explica Lindner, que se jubila en junio de 2023.
También incluye asesoramiento exhaustivo sobre los temas de la delegación de la asistencia sanitaria, los procedimientos de asistencia y los testamentos vitales. Tanto los tutores designados como los apoderados privados reciben asesoramiento y apoyo de la autoridad tutelar. Actualmente hay 45 tutores profesionales y 40 voluntarios.
La evaluación para la tutela se realiza en tres pasos
El contacto con la autoridad tutelar se produce de diferentes maneras: una posibilidad puede ser el aviso de un servicio de atención ambulatoria o de un centro residencial de hospitalización de que la persona afectada ya no es capaz de gestionar sus asuntos por sí misma. Los particulares también pueden dirigirse a la agencia especializada si necesitan asesoramiento e información sobre cuestiones de tutela legal y cómo evitarla.
El tribunal tutelar recibe un formulario sobre la solicitud, tras lo cual se siguen tres pasos en el procedimiento de tutela:En nombre del tribunal, la autoridad tutelar prepara un informe social en el que se hacen declaraciones sobre la anamnesis, el currículum vitae y la evolución de la enfermedad. Aquí debe aclararse si debe establecerse o no el cuidado de una persona. En el siguiente paso, el tribunal encarga a un experto la elaboración de un informe pericial que debe determinar los requisitos médicos previos para el nombramiento de un tutor para la persona en cuestión.
Mientras que en la antigua ley bastaba con un informe pericial, hoy existe la obligación básica de elaborar un informe social cualificado. Por último, se celebra una vista judicial in situ o ante un tribunal. La tutela sólo puede establecerse si la persona interesada puede dar libremente su consentimiento.