
Las rutas cuesta abajo plantean un problema
La circulación de bicicletas de montaña y BMX fuera de las vías públicas en bosques y zonas protegidas es un problema importante. El uso habitual de estas pistas de descenso hace que los desniveles que al principio eran apenas perceptibles estén cada vez más extendidos. Las pistas incluyen saltos de esquí enteros, algunos con fijaciones permanentes. Esto acaba por destruir el suelo del bosque y dificulta el crecimiento de la vegetación. Además, se atraviesan zonas de refugio para animales salvajes, que entonces no tienen más remedio que huir.
Por desgracia, los senderos de descenso suelen crearse en reservas naturales. En este caso, el marco legal es muy claro: la ordenanza de zonas protegidas establece claramente que está prohibido circular en bicicleta fuera de los caminos pavimentados o de los carriles bici señalizados. También se aplica la Ley Forestal de Turingia. Ésta sólo permite circular en bicicleta por caminos adecuados y pavimentados.
Por otro lado, la necesidad de rutas para la práctica de este deporte es comprensible. Especialmente durante la pandemia, la naturaleza era uno de los pocos lugares donde la actividad deportiva era posible sin restricciones.
Por eso, el bosque de la ciudad de Jena y la autoridad encargada de la conservación de la naturaleza están dispuestos a encontrar soluciones junto con los ciclistas. Los ciclistas de montaña en activo también asistieron a una rueda de prensa para llamar la atención sobre este problema. Rápidamente quedó claro que prevalecía el entendimiento mutuo. Ahora quieren continuar el diálogo.
El alcalde Christian Gerlitz explica: "No debería haber ningún problema si todos los residentes y visitantes de nuestra ciudad se pusieran de acuerdo en un principio sencillo que debería ser evidente: la consideración por el prójimo y por la naturaleza. Esto empieza con la obligación de utilizar los caminos en las zonas protegidas y termina con no tirar la basura en el campo, sino en el cubo de la basura de casa".