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La estimación fiscal de otoño y el gasto social agravan la situación financiera de la ciudad de Jena

26.11.2025

La actual estimación fiscal de otoño no ha aliviado como se esperaba la tensa situación presupuestaria de la ciudad de Jena. Además, hay gastos adicionales en el ámbito del gasto social. Por lo tanto, también habrá que imponer una congelación presupuestaria en 2026.

Según las previsiones actuales, la ciudad recaudará en 2025 unos 25 millones de euros menos de lo previsto en concepto de impuesto sobre actividades económicas, en lugar de los 19 millones de euros menos que ya se esperaban en verano. El déficit anual previsto asciende ahora a unos 56 millones de euros. Originalmente, la ciudad había supuesto un déficit de 23 millones de euros.

Además de la evolución en el ámbito del impuesto sobre actividades económicas, el presupuesto también se ve lastrado por el enorme aumento de los gastos sociales en una medida inusualmente elevada. Actualmente se prevé aquí un rebasamiento presupuestario de 12,7 millones de euros. Esta tendencia se observa en todo el país, como se desprende del comunicado de prensa conjunto emitido por las capitales de todos los estados federados alemanes el 29 de octubre de 2025.

En Jena repercuten, entre otros, los gastos de asistencia asistencial y ayuda a la integración en el sector juvenil.

Además, el resultado de la empresa inmobiliaria municipal Kommunale Immobilien Jena (KIJ) se deteriorará en torno a 1,5 millones de euros, lo que también repercutirá en el presupuesto municipal.

La administración presentará a mediados de diciembre propuestas sobre la cuantía concreta de los importes recortados y los presupuestos afectados.

Clasificación de la nueva situación

Las cifras ahora disponibles muestran una evolución significativamente peor de lo que se suponía en verano. A pesar de las medidas de consolidación que ya se han iniciado -incluidos los ahorros dentro de la administración y las operaciones internas-, la congelación en 2025 no será suficiente para limitar el déficit presupuestario.

"Las cifras actuales nos han dejado inequívocamente claro que tendremos que tomar contramedidas mucho más enérgicas el año que viene. El nuevo déficit no es el resultado de una evolución individual indeseable, sino la expresión de una carga estructural a escala nacional que pesa sobre las autoridades locales. Estamos actuando con responsabilidad y en una fase temprana al preparar ya una congelación presupuestaria para 2026", afirma el alcalde y responsable de Finanzas, Benjamin Koppe.

Y añade: "Nuestro objetivo es claro: limitar los riesgos financieros, cumplir de forma fiable las tareas legalmente prescritas y, al mismo tiempo, realizar ajustes puntuales en los casos en que los gastos puedan aplazarse temporalmente. Los ciudadanos de Jena deben poder confiar en que la ciudad seguirá siendo capaz de actuar a pesar de la difícil situación."

¿Y ahora qué?

A mediados de diciembre, la administración municipal elaborará propuestas para la organización de la nueva congelación presupuestaria. Estas se refieren en particular a

  • los importes de bloqueo específicos,
  • las partidas de gasto que deben priorizarse
  • a priorizar y un plan financiero a medio plazo actualizado.

A continuación, se informa de ellas al Comité de Finanzas y al Consejo Municipal. Al mismo tiempo, la administración supervisa continuamente la evolución financiera y propondrá nuevas medidas en caso necesario.

Antecedentes: ¿Qué significa una congelación presupuestaria?

La congelación presupuestaria es un instrumento de gestión financiera municipal que entra en vigor si durante el ejercicio presupuestario en curso se pone de manifiesto que no se alcanzarán los ingresos previstos o que se superarán con creces los gastos. La base jurídica es el artículo 22 de la ordenanza presupuestaria municipal de Turingia.

Con la congelación presupuestaria, los gastos se congelan parcialmente, es decir, sólo pueden realizarse tras una revisión por separado. Importante:

  • La congelación no significa una congelación completa de los gastos.
  • Las tareas legalmente prescritas y en curso permanecen sin restricciones.
  • Se congelan los gastos que pueden aplazarse o para los que es necesario establecer nuevas prioridades, por ejemplo, para compras que aún no se han realizado.

El objetivo es garantizar la capacidad de actuación de la ciudad y estabilizar el presupuesto sin poner en peligro servicios clave para los ciudadanos.